CÓMO JUGAR A Downforce

INTRODUCCIÓN

Carreras de Fórmula 1, olor a combustible, ruido ensordecedor y emoción hasta el último segundo por ver quién será el vencedor.

Downforce es un juego que combina subasta, carreras de automóviles y apuestas. De reglas sencillas y una producción brillante en el que gana quien más dinero amase al final de la carrera. 

Juego de 2 a 6 jugadores, 8 años o más y media hora de duración

  • Autor: R. Daviau, J. D. Jacobson y W. Kramer
  • Arte y Dibujo: Coburn, Crampton y Taylor
  • Edición Castellano: Devir

DE 2 A 6 JUGADORES

30 MINUTOS

A PARTIR DE 8 AÑOS

1.5/5

COMPONENTES

42 cartas de velocidad

6 cartas de velocidad 8 

6 cartas de Habilidad

1 tablero impreso a dos caras con 2 circuitos diferentes.

1 cuadernillo de hojas de registro.

6 losetas de piloto

Estos son los dos circuitos en los que podemos jugar

PREPARACIÓN DE LA PARTIDA

Elegimos el circuito que vamos a jugar.

Cada jugador recibe una hoja de registro donde anotará sus apuestas y el dinero que ha gastado al comprar sus coches.

Barajamos las 6 cartas de velocidad 8 y las de habilidades por separado y colocamos los dos mazos en el centro de la mesa preparadas para la subasta.

Se reparten las 42 cartas entre los jugadores, en partidas a 4 y 5 jugadores sobrarán 2 cartas. 

Colocamos los coches al azar en las posiciones de salida.

Cartas de Velocidad 8
Cartas de Velocidad
Cartas de Habilidad
Los 6 coches,. preciosos

CÓMO SE JUEGA

El juego tiene tres fases: subasta, carrera y apuestas.

LA SUBASTA

Según las cartas que nos han tocado decidimos por qué automóviles pujaremos.

Revelamos una carta de Habilidad y una de velocidad 8.

Para pujar, ponemos una de nuestras cartas boca abajo. Pujar no es obligatorio. El valor de nuestra puja es el del color que corresponde con el coche en subasta.

Todos los jugadores destapan sus cartas a la vez, el que  gane se lleva las dos cartas junto a la loseta de piloto de ese color y anotará en su hoja de registro el valor en millones de su puja.

Recuperamos la carta que hemos usado a nuestra mano, sacamos otro piloto y otra habilidad y seguimos con la subasta.

Podemos comprar más de un coche y todos tienen que comprar al menos uno.

Cuando queden tantos coches por subastar como jugadores sin coche, sólo pujarán ellos.

Cuando sólo queda un coche, el jugador que quede sin coches se lo llevará pagando el precio más bajo que tenga en sus cartas de ese color.

En este momento cada uno tendrá uno o varios coches, habrá apuntado su precio en su hoja de registro y se quedará con una sola carta de habilidad si tuviera más de una. 

Las cartas de habilidad se aplicarán a todos nuestros coches. Si por ejemplo, nuestra habilidad dice que podemos mover nuestros coches incluso en el turno de los otros jugadores, lo haremos con todos ellos.

En la hoja anotaremos lo que hemos pagado por nuestro coches y nuestras apuestas. Además, sirve de resumen de los premios .

LA CARRERA

Este es el momento en que rugen los motores y se da la salida.

Empezando por quien tenga el coche que ocupa la pole position (marcada con un 1 en la línea de salida), los jugadores jugarán una carta de su mano y la resolverán. Luego el turno pasa al de la izquierda y así hasta que no queden más cartas o todos los coches hayan terminado la carrera.

La carrera consiste en una vuelta al circuito. 

El jugador en turno juega una carta y mueve él mismo todos los coches que aparecen en ella de arriba abajo tantas casillas como indica cada color.

El color blanco es un comodín, podemos mover cualquier automóvil pero ese color no puede estar en la carta.

Algunas cartas tienen 2 comodines, debemos elegir 2 colores diferentes.

Movimiento

Los autos se desplazan siempre hacia adelante, tanto rectos como en diagonal. Nunca mueven hacia los lados ni hacia atrás.

Tampoco pueden mover a través de otros coches. Eso quiere decir que si cerramos una curva con un solo carril con un auto, producimos un tapón y los que vienen detrás se quedan atascados moviendo sólo las casillas que puedan. 

Haremos el movimiento completo siempre que se pueda.

Las Habilidades se juegan en el momento que indica la carta y con todos tus coches.

Le toca mover al coche amarillo, debe mover adelante. Como tiene justo delante al coche rojo tiene que ir en diagonal a derecha o a izquierda
En este caso, el coche rojo tapona a los otros dos

LAS APUESTAS

En todos los circuitos hay tres líneas amarillas. Cuando un coche atraviesa una de ellas, se terminan todos los movimientos de la carta jugada y cada jugador apostará en secreto por el color que  cree que será ganador, apuntándolo en su hoja de registro.

Por tanto, hay 3 apuestas en total y al final de la partida, ganaremos un suculento botín si acertamos. 

Al cruzar la línea amarilla , terminamos de mover los demás coches y entonces, anotamos nuestra apuesta en secreto.

FINAL DE LA PARTIDA

Cuando un coche cruza la línea de meta se coloca en el podio en su posición de llegada.

Si un jugador entra con todos sus coches ya no podrá jugar cartas.

A veces sucede que algún auto no cruza la meta. En este caso no dará ingreso alguno.

La carrera termina cuando todos los coches han llegado a meta o cuando no queden más cartas que jugar. Ese es el momento de proceder a contar nuestro dinero

Miramos en la hoja de registro los millones que hemos ganado con nuestros automóviles por su posición de llegada. A eso le sumamos lo ganado por  las apuestas realizadas y le restamos lo que pagamos por ellos en la fase de subasta.

El jugador que más dinero haya sumado será el ganador.

En caso de empate, ganará quien tenga el coche que haya entrado en mejor posición.

VARIANTES

Principiantes

Downforce es un juego de carreras, subastas y apuestas muy disfrutable con niños. Para las primeras partidas se pueden aplicar estas reglas para Principiantes.

Repartimos las cartas de velocidad 8 entre los jugadores para que todos tengan la misma cantidad de coches, las sobrantes no se juegan aunque los coches sí.

No se reparten cartas de habilidad y se da a cada jugador tres cartas. Las restantes las dejamos boca abajo en el centro de la mesa.

Se juega de forma normal, pero al usar una carta, robamos otra del mazo hasta que se acabe.

El ganador es el que cruce la meta en primer lugar.

Dos jugadores

Cada jugador deja la carta de velocidad 8 en la mesa frente a él.

Baraja sus cartas de velocidad y roba 7.

En su turno puede jugar una carta de la mano o una de velocidad 8.

A continuación roba una carta de su mazo de robo.

Reglas de Subasta excepcional

Los coches por los que no se haya pujado se apartan a un lado:

Al acabar la subasta, los jugadores que no han conseguido un coche pueden pujar por ellos.

Los que no se han adquirido de los apartados correrán sin dueño y se podrá apostar por ellos.

Si no tenemos cartas del color se puede usar un comodín.

Expansión Riesgo extremo

Esta es la única expansión publicada en castellano, también por Devir. Trae otro tablero a dos caras y 6 Cartas de habilidades nuevas.

Portada de la expansión

PARA TERMINAR

En contra

– Si estás buscando una simulación realista de una carrera de coches, este no es el juego que buscas.
– Si tienes la piel fina y eres propenso a enfadarte cuando alguien se cruza en tu camino, este no es tu juego. 
– Si te gusta confiar en tus habilidades en silencio para superarte, no, este no es tu juego.

A favor

En cambio…

– Si priorizas la diversión al realismo…
– Si te picas sin misericordia y eres de los que llevan un recuento de los agravios sufridos para devolver el golpe más adelante…
– Si te gusta la emoción de una carrera con gritos, olor a goma quemada y mucho gas…

¡Este es tu juego!

Opinión personal

Downforce es un juego de reglas sencillas y eso en mi mesa es un punto a favor para sacarlo a menudo.  Me gustan juegos más densos pero nunca diría que no a un Azul, un Pradera, un Five Tribes o un Clanck!

La producción es un ejemplo del que tendrían que beber otros monstruos de la lista de la BGG. Coches preciosos, cartas de calidad, tablero doble de buen grosor y a un precio muy asequible.

En cuanto al número apropiado de jugadores, yo lo he jugado a 2,  a 3 y a 4. Escala muy bien. No sé si a 6 no será un pozo de desesperación si tu automóvil se queda en un tapón en una chicane o si te quedas sin combustible (cartas de tu color) y esperas a que los demás te metan en el podio. 

La rejugabilidad es alta, sobre todo si le añadimos los tableros dobles de las expansiones, Riesgo Extremo y Wild Ride. Esta última se puede encontrar en inglés, Devir no la ha editado. Aquí hay obstáculos y rampas de salto en 3D.

Se pueden jugar varias partidas, encadenando circuitos diferentes en un Gran Premio de tu casa.

A la hora de jugar, en la subasta hay que tener en cuenta el color con mayores valores para pujar, pero la habilidad también es importantísima según el circuito que juguemos. 

Sopesaremos cuánto estamos dispuestos a pagar por los coches en subasta y por quién apostar. Hay muchas sorpresas al final, un jugador puede  ganar con un solo coche que le ha salido tirado de precio, gracias a las apuestas.

En Downforce no hay silencio. Todo es alboroto y emoción, en mi grupo de juego, rolear nos sale de manera natural. Jugar la carta de velocidad 8 en el momento oportuno dejando a todos atrás es un subidón. 

Tengo un amigo que lleva casi 1.500 partidas en BGA. Espero que algún día podamos disfrutar de este Downforce en persona… y juguemos como niños.

En mi vida lúdica he pasado por muchos juegos con mayor o menor fortuna. Recordaba un juego de carreras que tenía un amigo (los circuitos y los coches eran igualitos a estos). tardes de una partida tras otra, con la emoción y el pique de las carreras de Fórmula 1. Pique insano como se juega siendo niño. Al ver este Downforce pensé que sería el mismo juego o quizás una reedición actualizada de aquel. Esto de la nostalgia muchas veces lleva a la decepción, ahí está el Imperio Cobra que también compré y descansa en el fondo del armario junto a las facturas archivadas. Como escribió el poeta, al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. 

Pero en este caso me encontré con un juego ágil, corto y con interacción de la buena. No me defraudó en absoluto. Dadle un tiento.