Lo primero a destacar es lo poco que ocupa, la caja es pequeña pero se puede llevar en una bolsita para la sobremesa en una comida con amigos, familia o reunión infantil. Las fichas se pueden limpiar fácilmente. Así que no importa si alguien está comiendo ganchitos… ya me están entrando sudores sólo de pensarlo.
Cosas a tener en cuenta al jugar, no gana quien más fichas consigue sino quien más gusanitos colecciona. por eso, en cuanto los dados se muestran propicios hay que aprovechar para ir a por las fichas de valor más alto que nos dan 4 gusanitos.
Por otra parte, cada vez que fallamos perdemos una pieza y además desaparece la de más valor de la parrilla, así que el final se acerca y van desapareciendo las que más puntos nos dan.
Da muuuucho gusto cuando alguien se está distanciando y los demás jugadores van a sacar la puntuación exacta para robarle la ficha de su pila. Es un juego no apto para enfadones.
Y en el caso de jugar con niños, los mayores perdemos como novatos, porque el azar de los dados, iguala las posibilidades de ganar. Ver la cara de satisfacción de nuestros hijos cuandio nos roban no tiene precio.
En definitiva, un juego rápido, adictivo, con posibilidad de pisarse y con una calidad muy buena, Knizia no falla.
Probadlo sin duda, tiene un precio muy comedido.