CÓMO JUGAR A JAIPUR

INTRODUCCIÓN

“Compra, negocia y vende a mejor precio que tu competidor y conviértete en el mercader personal del Maharajá”

Jaipur es un juego competitivo para 2 jugadores donde estos representarán a mercaderes que intentarán vender sus mercancías al mejor precio, obteniendo las mayores ganancias para de este modo ganar el favor del Maharajá, y convertirse en su mercader personal. Para esto, los jugadores a través de una mecánica de colección de sets y gestión de mano, tendrán que gestionar sus mercancías del mejor modo posible para venderlas al mejor precio antes que su oponente y conseguir unos preciados sellos de excelencia que les permitirán ganar la partida.

 
  • Autor: Sébastien Pauchon
  • Arte y Dibujo: Vincent Dutrait, Alexandre Roche
  • Edición Original:  Gameworks SàRL
  • Edición Castellano: Asmodee

2 JUGADORES

30 MINUTOS

12+

2/5



PREPARACIÓN DE LA PARTIDA

Primero, cogeremos el mazo de cartas y de este separaremos 3 cartas de camello que dejaremos en el centro de la mesa boca arriba, procediendo luego a barajar el resto del mazo y lo situaremos a un costado para poder ir robando del mismo cuando sea necesario.

Una vez hecho esto se entregarán 5 cartas a cada jugador que constituirán sus manos y estos deberán coger todos los camellos que tengan en ella y situarlos en una pila en su zona de juego personal, constituyendo su manada de camellos.

Detalle de mano y manada de camellos

Seguidamente se robarán 2 cartas del mazo para completar el mercado central con 5 cartas (puede darse el caso de que de esas dos cartas 1 o las 2 sean también camellos).

Finalmente, se cogerán las fichas de mercancía, las de bonificación, la de camello y las de sellos de excelencia, y se situarán a un costado del mazo de robo disponiéndolas de tal modo que las fichas de mercancía se agrupen por tipo de mercancía (siguiendo un orden ascendente de valor de tal forma que la primera ficha de la pila sea la de valor más alto y la última la de valor más bajo), las de bonificación según su tipo (de 3, 4 y 5 cartas de mercancía vendidas y que se habrán de mezclar antes de apilarlas), la de camello que se colocará junto a las fichas de bonificación, y las de sello de excelencia que se pondrán juntas.

Vista general de la colocación de las fichas y despliegue inicial de partida

Y con esto podemos dar comienzo a la partida….

 


CÓMO SE JUEGA

En Jaipur el objetivo del juego es conseguir la mayor cantidad de puntos al final de cada ronda para de este modo obtener uno de los tres sellos de excelencia, ya que en el momento que uno de los dos jugadores obtenga 2 de ellos se dará término a la partida y se le declarará vencedor.

Para conseguir esto los jugadores deberán coger o intercambiar mercancías del mercado central para luego venderlas y cambiarlas por rupias que están representadas en las fichas de mercancía (y que contienen los puntos), y dependiendo de la cantidad de mercancías vendidas al mismo tiempo, podrán conseguir fichas de bonificación. Así mismo, los camellos representan un medio para intercambiar mercancías y nos otorgarán puntos al final de la ronda en función de su cantidad (el jugador que tenga la manada de camellos mas grande obtendrá una bonificación en puntos).

En cuanto al desarrollo de la partida, los jugadores en su turno podrán realizar 1 de entre 2 acciones posibles:

  • Coger cartas
  • Vender mercancías

Respecto a la acción de coger cartas, el jugador activo deberá escoger una de entre las siguientes opciones:

  1. Coger diversas mercancías (intercambio): Aquí el jugador podrá coger cualquier cantidad de cartas de mercancías del mercado central con independencia del tipo e intercambiarlas por el mismo número de cartas de su mano o de su manada de camellos (pudiendo entregar mercancías, camellos o una combinación de ambas). Cabe destacar que un mismo tipo de mercancía no puede ser cogido y entregado en el mercado, así como el mínimo de cartas que se pueden intercambiar es 2 por 2 cartas (se cogen 2 y se entregan 2). Tampoco está permitido coger cartas de mercancía y de camello juntas, solo pudiéndose coger cartas de mercancía.
  2. Coger una única mercancía: El jugador elige y coge solo una carta de mercancía del mercado central y la sustituye con la primera carta del mazo de robo (el límite de mano siempre son 7 cartas y los camellos de la manada no cuentan para este límite).
  3. Coger camellos: En este caso el jugador coge todos los camellos que estén presentes en el mercado y los coloca en su manada encima de la mesa, reponiendo el mercado con cartas del mazo de robo (las cartas de camello en la manada se apilan y el rival no tiene por qué saber cuántas cartas de camello hay).

Y sobre la acción de vender mercancías, el jugador habrá de llevarla a cabo en 3 fases:

  1. Coger tantas cartas de mercancía del mismo tipo que quiera de su mano y situarlas en la pila de descarte al lado del mazo de robo (solo se puede vender un tipo de mercancía en cada turno).
  2. Coger la misma cantidad de fichas de ese tipo de mercancía vendida comenzando por la de valor más alto y ponerlas en su lado de la mesa (puede que en ocasiones no hayan tantas fichas como cartas de esa mercancía vendidas, por lo que el jugador se llevará todas las fichas de ese tipo que resten).
  3. En el caso de que la venta de mercancías sea de 3 o mas cartas, el jugador adicionalmente a las fichas de ese tipo de mercancía vendida, cogerá la primera ficha de la pila de fichas de bonus según la cantidad que corresponda (si ha vendido 3 cartas una ficha de bonificación de 3, si ha vendido 4 una ficha de bonificación de 4 y si son 5 una ficha de bonificación de 5). En el caso de que venda mas cartas que las fichas de mercancía que resten, la bonificación correspondiente por el número de cartas vendidas la obtiene de igual modo (por ejemplo, vender 5 oros y aunque solo quedasen 3 fichas de oro, la bonificación por 5 cartas vendidas la obtendría igualmente).

Ahora bien, cabe mencionar que existe una sola restricción a la venta de mercancías y es que en el caso de vender mercancías de cualquiera de los tipos más valiosos (gemas, oro o plata), el mínimo de cartas para vender será de 2, no pudiéndose vender solo 1 carta de cualquiera de estas 3 mercancías.

De este modo, los jugadores irán realizando sus turnos hasta que se cumpla alguna de las dos condiciones de fin de ronda que serán o bien que se agoten las fichas de 3 tipos de mercancía, o bien que no queden más cartas en el mazo de robo en el momento de reponer el mercado.

Terminada la ronda los jugadores contarán los puntos obtenidos por las fichas de mercancía así como las fichas de bonificación y el jugador que tenga más camellos en su manada se llevará la ficha de camello (si hay empate ninguno se lleva la ficha). Quién tenga más puntos se llevará una ficha de sello de excelencia y en caso de empate el jugador con más fichas de bonificación se la queda (si el empate persiste la obtendrá el jugador con más fichas de mercancía).

Luego de esto se mezclarán todas las cartas, se volverán a situar en su lugar todas las fichas y se dará paso a una nueva ronda. Cuando uno de los jugadores obtenga 2 fichas de sello de excelencia la partida terminará y este será declarado ganador.

PARA TERMINAR

En contra

  • Es un juego que, aunque los jugadores intenten gestionarse del mejor modo posible, tiene una fuerte carga de azar, habiendo momentos donde si la “dama fortuna” está de nuestro lado, es posible que las cartas que necesitamos nos vayan saliendo en cada robo del mazo y eso en ocasiones puede descompensar la partida.
  • Es un juego que se puede quemar bastante rápido si se le dan partidas con asiduidad.
  • Aunque el apartado gráfico no está mal (que las ilustraciones ocupen casi todo el tamaño de la carta queda muy llamativo), la elección de colores tanto para la cuna como para la caja es bastante desacertada (ese color verde “billete” de la caja y el rosa chicle de la cuna lo hacen muy poco atractivo a la vista). En su versión más moderna han intentado solucionarlo, sin embargo ese amarillo pato tampoco es que quede del todo bien. 

A favor

  • Posee una mecánica sencilla, fácil de aprender y que tras un par de turnos se asimila rápidamente, lo que le otorga una puerta de entrada más que interesante a cualquier tipo de jugador.
  • El hecho de que haya que competir en rondas para hacerse con la victoria le da un nivel de tensión importante, ya que aunque se haya ganado una ronda, nunca se está seguro de ganar la siguiente para hacerse con la partida (a menos claro está que uno de los jugadores le haya dado muchas partidas al juego a diferencia del otro).
  • De duración ajustada, las partidas son fluídas y da para encadenar partidas (aunque si se juega en demasía se corre el riesgo de quemarlo por tener un sistema de juego un tanto repetitivo).

Opinión personal

En cuanto a juegos exclusivamente para dos se refiere hay algunos que se encuentran casi en la memoria colectiva de los jugadores que ya llevan un tiempo en este mundillo. Juegos que por su calidad siempre son recomendados y que con sucesivas reimpresiones hacen las delicias de jugadores tanto veteranos como noveles (títulos como Patchwork, Lost Cities, Star Realms o en su lugar Hero Realms, 7 Wonders Duel, Claim, y un largo etc se encuentran en esta clasificación). Normalmente de fácil puesta en mesa, portabilidad, mecánica y reglas, estos juegos para dos siempre son bienvenidos en aquellas mesas de juego donde las reuniones a más personas son más complicadas…. y más aún en los tiempos actuales.

Pues el juego que esta vez nos ocupa es uno de esos clásicos que es capaz de encajar en casi cualquier ludoteca y que lleva unos cuantos años en las estanterías.

De mecánica sencilla, Jaipur es un juego pequeño y portable que ofrece partidas rápidas y que, aunque con una cierta carga de azar en la salida de las cartas desde el mazo, no está exento de estrategia lo cual lo hace muy divertido.

Conocí este juego hace unos cuantos años y sinceramente, nunca me llamó la atención al verlo en la estantería de mi tienda de confianza (esos colores verdes, un estilo “avejentado” y un tipo con una barba larga en la portada, no se me hacían especialmente atractivos), sin embargo después de probar el juego me di cuenta de que no solo encerraba más de lo que su portada prometía (ventas e intercambios en un mercado), si no que la propuesta resultaba de lo más divertida y adictiva… echar solo una partida resultaba un tanto insípido, así que siempre encajábamos más de una. A destacar ese nivel de tensión que se tiene al competir por la victoria final luego de llevar un 1-1 …. y ver como el contrincante se va llevando fichas de mercancías de buen valor y uno de este lado de la mesa rezando para que al menos las bonificaciones le salgan “ranas” (vamos, con menor puntuación).

Sin embargo, y aunque lo que el juego ofrece es más que satisfactorio, uno de sus problemas más importantes es que se puede hacer monótono si se juega en exceso, lo cual hace necesario reservarlo por una temporada después de haberle dado “rodaje intensivo”.

Lamentablemente, Jaipur pese a su calidad como juego sencillo para dos jugadores, se ha visto relegado por otros juegos a dos más populares que son capaces de ofrecer elementos que este no tiene, a saber: mayor profundidad estratégica, mayores opciones de victoria, vistosidad, etc. Sin embargo, todo esto no es óbice para desdeñarlo y en mi opinión, es un juego que se ha ganado por méritos propios el considerarse todo un clásico en cuanto a juegos a dos se refiere.

Y poco más que añadir, si buscáis un juego para dos que ofrezca partidas rápidas, adictivo, fácil de sacar a mesa y de explicar, portable y que dé lugar a buenos “piques”, dadle una oportunidad a este veterano, que seguro os gustará.

Y ahora cuéntanos, ¿añadirías este juego a tu ludoteca?. ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!

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