RESEÑA, CÓMO JUGAR A CATÁN: EL DUELO

INTRODUCCIÓN

En “El duelo” llevarás a un príncipe o princesa del mundo de Catán. Tu misión es construir un principado próspero, sin perder nunca de vista a tu adversario. Al final de la partida, sólo uno de los dos jugadores conseguirá los puntos de victoria necesarios para ganar.

  • Autor: Klaus Teuber.
  • Arte y Dibujo: Michael Menzel.
  • Edición: Devir.

2 JUGADORES

45-120 MINUTOS

A PARTIR DE 10 AÑOS

2.3/5

Detalle de las cartas de mazo inicial. Se aprecian las cartas de producción de cereal y de oro. Tenemos arriba a la derecha una carta de camino, y abajo a la izquierda un poblado. Cada poblado o ciudad debe separarse de otros asentamientos por una carta de camino.

Detalle de la fichas de fuerza militar y comercio, así como de los dados de producción (derecha), y los dados de acciones, mostrando el icono de garrote, correspondiente a la acción del ladrón en Catán.

PREPARACIÓN DE LA PARTIDA

Cada jugador recibirá un mazo con cartas iniciales que formarán su principado (zona de juego). Estos mazos se pueden identificar porque tienen en el reverso un escudo de color rojo o azul. Se seleccionarán los mazos temáticos con los que se configure la partida, y se dispondrán las bandejas de cartas, dados y fichas a mano de ambos jugadores. Estas cosas las explico mejor en la siguiente sección.

CÓMO SE JUEGA

Antes de empezar a describir cómo se juega, es interesante ver qué trae la caja, no de cara a hacer una relación exhaustiva de componentes (para ver si nos falta uno) sino de cara a ver cómo se va a jugar, ya que Catán: El duelo es eminentemente un juego de construcción de tablero y desarrollo de cartas. Estas cartas vienen agrupadas en varios grupos. El primer grupo contiene los mazos de cartas que van a configurar los tableros (principados) iniciales de cada jugador, además de los elementos comunes en la franquicia Catán, es decir, cartas de carreteras, poblados, ciudades y regiones de producción. Ambos tendrán las mismas cartas, pero con una pequeña asimetría que comentaremos más adelante.

Los otros cuatro grupos de cartas forman mazos de edificios que van a constituir mazos para jugar a los distintos modos de juego de Catán: El duelo. Tendremos un mazo de edificios básico, con cartas de edificios básicas que se emplearán tanto en una modalidad introductoria como en el resto de los modos. Luego contaremos con tres mazos de cartas, correspondientes a tres modos de juego en donde se da un sabor propio al juego, centrándose en el comercio, la interacción negativa entre los jugadores, o el desarrollo de edificios potentes que generan mayores sinergias entre cartas jugadas. De los otros modos de juego hablaré más tarde.

La mecánica central de Catán: El duelo es común a todos los modos mencionados antes. Cada jugador desplegará sus cartas iniciales (reverso con un escudo rojo o azul) en su zona de juego, colocando los soportes de cartas entre ellos para tener fácil acceso a las cartas. Los mazos empleados para el juego se repartirán en conjuntos más o menos iguales, y se separarán las cartas de evento (reverso con una interrogación). Este mazo de eventos hay que prepararlo de una determinada manera, pero para una visión general no es relevante explicar cómo. Cada jugador tomará 3 cartas de una de estas pilas como mano inicial, y se determinará quién empieza, realizándose turnos alternos entre los jugadores.

La estructura de turno es similar a la de Catán. El jugador en turno tira dos dados. Uno de ellos muestra un número de 1 a 6, y el otro un símbolo. Las cartas de producción de cada jugador mostrarán las típicas materias primas de Catán y oro, así como una cara de dado, indicando que se obtienen materias de ese tipo cuando el dado tirado muestra esa cara, así como un número de materias primas en cada lado de la carta. El dado de efectos muestra en cada cara una acción, que puede ser revelar una carta de evento, la acción de ladrón, muy similar a la de Catán, o la posibilidad de obtener recursos extra bajo ciertas condiciones.

Una vez resuelto el tema de la obtención de recursos y eventos, el jugador activo podrá desarrollar su zona de juego como le convenga, a base de construir nuevos poblados, ciudades o caminos, cartas de edificios en esos poblados o ciudades, todo ello pagando su coste en materias primas, y/o jugar cartas de acción (indicadas con una A en la parte superior izquierda).

Para finalizar su turno, el jugador activo toma cartas hasta completar su mano (3 o más si tiene edificios que muestran un icono de progreso en forma de libro abierto). Por último, se puede intercambiar una carta de su mano dejándola al fondo de uno de los montones, y tomando la carta superior de dicho montón de forma gratuita, o elegir la carta del mazo en cuestión previo pago de dos materias primas. Algunos edificios reducen este coste.

El turno no tiene más. Se le dan los dados al otro jugador y se vuelve a empezar. Los jugadores irán alternando turnos hasta que alguno alcance una cifra de puntos determinada, con lo que se detonará el final de la partida. Si se usa el set de cartas básicas, serán 7pv, mientas que si se usan también los mazos temáticos, serán 12pv.

Detalles para mencionar. Los puntos vienen de construir poblados (1pv), ciudades (2pv) y algunos edificios. Muchas de las cartas traen además otros iconos, que darán ventajas a por mayoría de éstos en determinados momentos de la partida. Tenemos las hachas sobre fondo azul. El primer jugador en tener 3 iconos de hacha se lleva una ficha de madera que representa 1pv. En general, los eventos de interacción lesiva serán propicios a quien más iconos de estos tenga. Lo mismo pasa con los iconos de comercio, en forma de balanza con fondo amarillo. Una de las caras del dado de acciones, así como eventos asociados al intercambio de materias primas (quizá forzoso) le serán favorables. El tercer icono tiene forma de lira sobre fondo verde. Por este icono no se recibe ficha de 1pv, pero una cara del dado de eventos le será favorable. Al respecto, el dado de eventos tiene el famoso ladrón de Catán, pero esta vez solamente se pierden ovejas y oro cuando se tienen más de 7 recursos disponibles.

Otro detalle es que los poblados permiten construir 2 edificios (barcos, personajes, lo que sea) en ellos, mientras que las ciudades permiten construir 4 edificios. Si se alcanza este límite de construcción, es posible retirar de forma gratuita edificios en nuestras ciudades/poblados de cara a poder construir otros.

Las partidas con los sets temáticos siguen el mismo patrón, cambiando el número de puntos de victoria necesarios para detonar el final de partida, y que tendremos a nuestra disposición edificios que potencian alguna faceta del juego. Además, los mazos temáticos cuentan con edificios que hay que construir primero para poder desarrollar otros, como son la universidad, el gremio de mercaderes o la taberna.

Detalle de cartas del mazo básico. Arriba tenemos un ejemplo de carta de evento, que afecta, aunque potencialmente de forma desigual, a ambos jugadores. Abajo a la izquierda un ejemplo de edificio, y a la derecha una carta de acción, que beneficia al jugador que la juegue.

Ejemplos de cartas de mazos temáticos. En este caso, he elegido el mazo de la era del progreso. Se ven efectos más potentes, pero que requieren edificios para ser construidos, y algunos de estos edificios, donde los requisitos de construcción son bastante altos (comparados con los otros mazos temáticos), pero que dan puntos y ventajas mejores. 

Variantes

Aparte de las variantes asociadas a jugar con los sets temáticos, es posible jugar una variante empleando cartas específicas de cada uno de los sets temáticos y las cartas básicas. Se emplean las cartas del set básico y aquellas cartas de los mazos temáticos que NO estén marcadas con un icono de luna. Las cartas con una luna, a la caja. Se hace lo mismo con las cartas de evento, aunque se elegirán 6 cartas de evento con media luna para incorporarlas al juego.

Por último, tenemos la variante definitiva de Catán: El duelo, donde podremos hacernos uno con Catán. Cada jugador debe tener su propia copia del juego, ya que configurará su propio mazo de edificios según sus criterios y estrategias. Aquí no hay limitaciones.

Detalle molón de las bandejas de cartas. A lo largo de la partida, habrá un trasiego importante de cartas, que habrán de descartarse en la parte de abajo de los mazos. La forma de las bandejas hace que esta manipulación sea tanto sencilla como quasi-instantánea. Me parece un detalle muy bien pensado.

PARA TERMINAR

En contra

  • La forma de juego básica se puede quedar algo descafeinada incluso en la primera partida, aunque sea ésta de iniciación. Jugar con los otros mazos genera una mejor experiencia, aunque la partida se pueda alargar de forma un poco innecesaria.
  • Como ocurre en Catán, el dado determina qué se produce y qué no, por lo que una manita de cerdo puede ser bastante frustrante. La cosa es que, mientras en Catán esto es el principal problema, aquí se resuelve mucho mejor, al disponer de edificios y control de iconos que permiten una mayor flexibilidad en cuanto a la gestión de materias primas.
  • A mi gusto, algunas cartas presentan leves imprecisiones en lo que pueden o no hacer. En el manual vienen explicadas más en concreto cómo usar estas cartas, así que tampoco es muy grave.

A favor

  • Esta versión de Catán tiene el aroma de su hermano mayor, pero con mecánicas de construcción de tablero y desarrollo más atractivas para jugadores experimentados.
  • La caja trae varios mazos de juego, que permiten configurar partidas donde se potencien aspectos específicos del juego. Esto le da al diseño mucha versatilidad.
  • El juego es más sencillo de jugar que de explicar, y mira que se explica sobre la mesa en 5 minutos.

Opinión personal

Aprovechando que Devir sacará pronto la expansión con varios mazos temáticos para este juego, me he decidido a reseñarlo un poco, con la intención extra de visibilizar este juego de la franquicia Catán, que me parece de largo el mejor. Ya lo dijo una vez Arribas, del podcast Vis Lúdica, “Catan: El duelo es como debería haber sido Catan”.

En una caja de tamaño Carcassonne (ya se ven muy pocos juegos en este formato de caja, una pena) nos encontramos con una versión de cartas para dos jugadores de Catán. El propio Catán cuenta con una versión de cartas, pero el juego que hoy nos ocupa es un juego totalmente independiente de esta franquicia.

A riesgo de que quede una reseña de lo más convencional, parece obligado comparar Catán: El duelo con Los colonos de Catán, el juego original. A estas alturas quién no ha jugado a Los colonos de Catán (o Catan, como se llama ahora), y quién, avanzando en esta nuestra afición no ha renegado del susodicho juego pensando que ya estaba totalmente superado dentro de su viaje lúdico. Eso es cierto como que si, a regañadientes, nos sentáramos a jugarlo para enseñárselo a nuestra cuñada, acabaríamos metiéndonos en la partida y disfrutando de un buen rato de un juego con reglas sencillas y puntuaciones apretadas, maldiciendo por qué pondríamos ese poblado en ese vértice y no en el otro, y concluyendo que es cierto que un 3 sale más veces que un 8. Que Catán sea un juego perenne es debido a unas reglas tremendamente sencillas, una gran dosis de azar (para bien o para mal) y la sensación de que tomamos 3 o 4 decisiones que serán relevantes para el devenir de la partida. Pues bien, Catán: El duelo comparte estas características con su hermano mayor, pero tal pareciera que lo han desensamblado y vuelto a ensamblar, para convertirlo en un juego de desarrollo de tablero, donde jugaremos edificios y dispondremos de un mayor control (aunque tampoco un locurón) en la producción y gasto de recursos, todo ello a través de la construcción de edificios. Cada carta es un lugar, edificio o personaje que nos va a aportar, mientras esté en nuestro principado, habilidades que tendremos que combinar con nuestros puestos de producción y otros edificios. La sensación de tomar decisiones más relevantes es mucho mayor que en el Catan normal, y, según se use un mazo temático u otro, la sensación de confrontación e interacción estará muy presente.

Hablando de los mazos, el juego básico, con el que se nos recomienda comenzar para familiarizarnos con el juego, está un pelín descafeinado. Es quizá lo más parecido que encontraremos en el juego a jugar a Colonos de Catan. En este juego introductorio la vía principal de puntuación será la construcción de poblados y ciudades, y con suerte hacernos con los puntos por fuerza militar o comercio. Los edificios son básicos y combinan poco entre ellos, pero tras una primera partida, sabremos lo que hay y podremos darle a gusto a los otros tres mazos. Cada uno de ellos está orientado a un aspecto. El de la edad de oro está orientado a intercambiar recursos con nuestro oponente (muchas veces sin que esa persona quiera). El mazo de la edad del caos está orientado a darse de toñas con el contrario. No es un combate directo, sino el puteíllo de quitarle edificios construidos (con lo que cuestan) o hacer que pierda recursos. El tercer mazo, el de la edad del progreso, es quizá el más interesante de cara a jugones. Los edificios tienen efectos más potentes y dan bastantes puntos, pero tienen un coste elevado en recursos, lo que hace que haya más gestión intermedia y mercadeo de recursos. Los eventos son también más tochos, pero requieren de haber construido edificios concretos con anterioridad.

La sensación de partida es que tienes que exprimir bien cada recurso que te toque gestionándolo sabiamente, para poder avanzar algo a lo largo de la partida, por lo que no se tiene la sensación de piloto automático en ningún momento. Todo ello aderezado con unas reglas muy simples que recuerdan al hermano mayor. Además, poder sintonizar el tipo de partida a través de la elección del mazo de juego le da bastante vida al diseño, y más ahora que aparecerá en tiendas la expansión por Devir del juego, metiendo más mazos y nuevas mecánicas, como la de la navegación.

Quizá el punto a tener en cuenta es que es un juego exclusivo para dos personas. Si ese es vuestro número y queréis refrescar esas buenas sensaciones que tuvisteis con Catan hace siglos, pero con el toque moderno de construcción de tablero y city building, este es vuestro juego.

En este enlace podéis encontrar una explicación a Catán: El duelo jugada por los amigos de La Mazmorra de Pacheco.

Enlace a la página de la BGG de Catán: El duelo: https://boardgamegeek.com/boardgame/66056/rivals-catan