CÓMO JUGAR A Codex Naturalis

INTRODUCCIÓN

Reúne todas las páginas del Codex Naturalis, un manuscrito secreto que contiene un registro de las especies de los cuatro reinos que viven en los bosques primarios.

  • Autor: Thomas Dupont
  • Arte y Dibujo: Maxim Morin
  • Edición Castellano: Maldito Games

DE 2 A 4 JUGADORES

25 MINUTOS

A PARTIR DE 7 AÑOS

1/5

Objetivo

Codex Naturalis es un juego de cartas de 2 a 4 jugadores y 25 minutos de duración, donde deberemos, partiendo de una mano de tres, ir solapándolas en nuestra zona de juego para formar patrones, reunir objetos que nos darán puntos, a lo largo de la partida. Cuando un jugador llega a 20 puntos se juega una ronda más y quien haya conseguido mayor puntuación habrá ganado.

Componentes

Recibimos una carta de inicio. por una cara tienen 4 esquinas con recuadro y 4 símbolos.
Por la otra cara el símbolo central siempre estará a la vista.
Las cartas de objetivo son de tres clases según el modo en que puntúan: patrones, colección de recursos y colección de objetos.
Las cartas de recursos pueden ser de 3 tipos: las que conceden 1 punto, las que llevan 2 recursos (animal, planta, hongo e insecto) y las que combinan 2 recursos y 1 objeto (pluma, botella y pergamino).
Las cartas doradas son de tres tipos según cómo nos proporcionen puntos: Puntos directos (3 ó 5), 1 punto por cada objeto y puntos por cada esquina que pisemos con esa carta.

PREPARACIÓN DE LA PARTIDA

Colocamos el tablero de puntuación en la mesa con un disco por cada jugador en la posición 0. Barajamos el mazo de recursos, lo colocamos boca abajo y descubrimos dos cartas, hacemos lo mismo con el mazo de cartas doradas y con el de de objetivos. Estos dos objetivos serán públicos y para todos los jugadores.

Cada jugador recibe una carta inicial, la pone en su zona de juego por la cara que decida y encima coloca el otro disco de su color.

También recibe dos cartas de objetivo, elige una y la otra la devuelve a la caja.

Por orden de turno, escoge 2 cartas de recurso y 1 dorada. 

Finalmente, se le da el disco negro de jugador inicial a quien le corresponda.

Ya está todo preparado para empezar.

Zona común con los objetivos públicos.
Así empezamos con un objetivo secreto, 2 cartas de recurso y una dorada en la mano y una carta inicial.

CÓMO SE JUEGA

Codex Naturalis se juega por rondas en las que cada jugador en sentido horario hará dos acciones muy simples. 

1.- Jugar una carta de la mano a su zona de juego

2.- Robar una carta (recursos o dorada)

Y ya está, parece fácil y lo es. Para colocar las cartas las reglas son muy sencillas:

Hemos dicho que antes de empezar colocamos nuestra carta inicial por el lado que elijamos.

Jugar una carta

Elegimos una carta de nuestra mano y la ponemos por el lado que queramos siempre pisando una esquina con recuadro de, al menos, una carta que ya hayamos jugado antes.

Pero, ¡ojo! no podemos pisar dos esquinas de una misma carta.   

Las cartas de dorso dorado, hemos dicho que tienen un recuadro en la parte inferior con una serie de símbolos. Para poder colocarlas tenemos que tener visibles esos símbolos en nuestro puzle. Al jugarlas recibimos los puntos que aparecen el recuadro superior moviendo nuestro disco en el tablero de puntuación. Algunas cartas de recurso también proporcionan puntos al jugarlas.

Robar una carta

Ahora debemos robar una carta de recursos o dorada, bien la primera del mazo, bien una de las que están boca arriba. Al final de nuestro turno siempre acabaremos con 3 cartas.

Al terminar nuestras dos acciones, el turno pasa al jugador de la izquierda.

FIN DE PARTIDA

Cuando alguien llegue a 20 puntos, terminamos esa ronda y se juega una más. Para recordar quién empezó a jugar tenemos el disco negro.

Entonces pasamos a puntuar las dos cartas de objetivo común y la que cada jugador recibió en secreto.

El jugador que más puntos haya reunido será el ganador.

En caso de empate, gana quien más puntúa en las cartas de objetivos y si seguís empatados, ya conocéis mi consejo, se echa la revancha y listo.

Ejemplo 1. En este caso, al colocar la carta de los tres árboles (ya tenemos 3 plantas a la vista) puntuamos lo que nos dice la carta, o sea, 3 puntos. Además al final de la partida puntuaremos otros 2 puntos por la tercera carta de objetivo.
Ejemplo 2. Al colocar la carta verde de la izquierda habiendo cumplido su condición, conseguimos 2 puntos por cada esquina que pisamos, por tanto, otros cuatro puntos a nuestro marcador.
Ejemplo 3. La tercera carta de objetivo da 2 puntos por cada escalera de 3 cartas verdes, pero sólo si están en ese sentido. la escalera ascendente no puntúa, solamente la descendente. Sumaremos 2 puntos al final de la partida.

PARA TERMINAR

En contra

Solemos buscar puntos negativos en los juegos que reseñamos pero en este no alcanzo a ver ningún defecto.

Lo único a destacar es que el despliegue en la mesa es bastante grande. empiezas con una carta y va creciendo y creciendo… bastante. Estáis avisados. 

A favor

Es un juego rápido, donde iremos eligiendo con cuidado qué carta robar para aprovechar al máximo los objetos y recursos de las cartas y así jugar las que nos dan puntos.

– La edición en general es soberbia,  las cartas son una delicia, tamaño pequeño con esos dorados tan molones, la caja es una lata que llama la atención en la estantería.
– Para jugadores experimentados y obsesionados con exprimir al máximo las puntuaciones es un gran rompecabezas que te deja con las ganas de superarte en la siguiente partida
– Pero para jugadores noveles o niños el juego no pierde interés, al contrario, ganar a tu padre o a tu madre formando tu puzle es un triunfo.

Opinión personal

Lo que más valoro en un juego son tres cosas, la diversión que me ofrece (nos hemos sentado a disfrutar), la exigencia del objetivo (pensar y pensar cómo resolver el puzle de la forma más óptima) y la facilidad de este para salir a mesa, es decir, las ganas de enfrentarte a él una y otra vez.

Si nos fijamos en nuestro hijos e hijas vemos cómo juegan pensando, sonríendo cuando puntúan al colocar esa carta que les da 5 puntos y cómo juegan una y otra vez al mismo juego sin importarles cuántos tienen en su estantería. Tenemos mucho que aprender de ellos o de recrear cómo jugábamos en la infancia.

En este Codex Naturalis la experiencia es muy agradable por los componentes tan bonitos y lo fácil de las reglas, pero si detrás no hay un buen juego se quedaría en sólo eso, como dice mi madre «aunque la mona se vista de seda, mona se queda». En este caso, detrás de la primera impresión hay un juegazo sin peros.

Lo sencillo de planificar qué símbolos necesitamos para colocar la carta dorada que está en nuestra mano se complica al decidir qué carta robar según lo que va saliendo al mercado de cartas. Cartas que dan muchos puntos, tenemos que dejarlas pasar para ceñirnos al plan de desarrollo de nuestro manuscrito (zona de juego propia).

Es muy importante, no dejar cartas sin recuadro en las esquinas porque nos cerrarán la posibilidad de seguir creciendo por ese lado, es mejor aprovecharlas para pisar otras cartas ya colocadas.

Pasa con frecuencia que nos olvidamos de una cosa vital, que es la base de este juego y es jugar según los objetivos, estos puntúan según colecciones y aunque sólo den dos puntos por tener dos hojas, si conseguimos multiplicarlos, nos pueden dar la victoria en la última ronda.

Tiene un punto de interacción justo. No debemos quitar el ojo de lo que hacen los demás y robar la carta que necesiten en el momento justo puede ser la clave de la victoria.

Y ya no me alargo más, Codex Naturalis es una delicia, apto para toda clase de jugadores y que deja un buen sabor de boca y ganas de echar otra partida nada más terminar una.

Dadle un tiento, seguramente os gustará tanto como a mí y a mi familia.