Llegados a este punto, valoremos Las Ruinas perdidas de Arnak, un Eurogame con mecánica de colocación de trabajadores, construcción de mazos y gestión de recursos, todo muy muy bien hilado.
Respecto al material diremos que es una producción fantástica. Recursos como las puntas de lanza, las escrituras, gemas… son brillantes. Tal vez las cartas no sean de una calidad extrema, pero a pesar de ser un contructor de mazo, las cartas no se mezclan continuamente, por lo que no termina de ser un problema mayor.
En cuanto a la duración está muy ajustada, las primeras rondas se te escaparán de las manos, pero en las dos últimas podrás hacer un sin fín de acciones que te ayudarán de sobremanera a convertirte en el mejor explorador de la partida.
Uno de los peores puntos que tiene el juego es la aleatoriedad de los yacimientos, aunque esto a día de hoy, todavía no me ha desbalanceado ninguna partida. Es una ayuda o penalización, pero nada tan grave como para perder o ganar la partida. Las Ruinas perdidas de Arnak tiene tantas opciones de vencer que un camino u otro que elijas, siempre que lo hagas bien, te llevará a la victoría. Este detalle de no tener determinado una sola opción de victoria le da una rejugabilidad muy alta.
El juego es un euro medio que a los que esten acostumbrados a jugar, rápido cogeran la mecánica y verán que no tiene una profundida excesiva. Eso si, el juego te introduce en la temática, creeras realmente que estás en un isla, descubriendo yacimientos con lanzas y esxcrituras en mano, las ilustracciones son una pasada. No soy nada objetivo porque el tema de exploración me llega muy «jondo» pero ou mama. Echadles un vistazo cuando podáis y me decis.
Considerando todas estas cosas, creo que Las Ruinas Perdidas de Arnak es un grandísimo juego de mesa con una variedad brutal de opciones y muchas horas de diversión.